Tapiz tejido con cáñamo y lanas naturales de oveja, hiladas por manos sabias y teñidas de manera natural.
Tejido en la calma , en un silencio interrumpido únicamente por las curiosidades de mi gato intrigado a causa la danza de las navetas que se movían ligeras y rápidas sobre la urdimbre. Tejido que evoca ese tejer antiguo sin cortes, sin revés ni derechos de nuestros antepasados Incas. Tejido rústico sin mayores complicaciones más allá del acto mismo de tejer y el conectarse con el presente lento de mi centro que baila en silencio dejando afuera, en la periferia, la velocidad vertiginosa y violenta.